Hace una semana, la bomba del edificio donde vivo, se estropeó. Parece mentira que en las alturas de siglo seamos tan vulnerables. Cualquier elemento adverso nos desestabiliza.
Mi vecina, mujer de mediana edad, comenzó a gritar sin medida el segundo día del maltrecho accidente y ha estado todo el tiempo quejandose a todo el que por su lado pasaba.
A veces , no nos damos cuenta de que si a un problema le ponemos una etiqueta de grande, multiplicamos por tres su tamaño, por aquello del boca oido que a tod@s nos tiene acostumbrad@s esta sociedad.
Estoy contando este caso que gracias al técnico y el ímpetu del presidente de la escalera se ha solucionado, para hacer un pequeño pero importante análisis de lo que no se debe hacer.
Si la "bomba" de tu cerebro, se ha estropeado, o tiene alguna deficiencia que te provoca una pequeña inestabilidad, si notas que cada vez más a menudo pierdes los papeles, o si no eres capaz de tener esa inteligencia emocional de la que nos hablaba Daniel Goleman (1995), pués , ¿Para que crees que estudiaron los psiquiatras, para que crees que las madres nos llaman y preguntan como nos va tan amenudo? ¿ Para que crees que estan los libros de autoayuda?
No hagamos los problemas, las sensaciones y percepciones personales el ombligo del mundo, que para eso ya está EEUU.
Además, si tu "bomba" cerebral no funciona muy bien, no te preocupes más de la cuenta, pués los raros de este siglo son los que cuentan con una salud mental estable y llena de ideas positivas para evolucionar y conseguir renovar "el mundo mundial".
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