9 abr 2008


Hoy hace 7 años que nació mi hija.
Recuerdo como si fuera hoy , su carita, su olor, mi sensación. Recuerdo como me miraba, cómo la miraba yo. Sin una gota de soberbia, me sentía desnuda, en cuerpo, y en alma. Es sencillo , me sentía tan indefensa, tan vulnerable en aquella camilla. Ella era mi yo, algo nacido de lo más íntimo. De mis entrañas.
La miré , me pareció que ella lo hacía también. Dicen las más veteranas en esto de parir que no te ven, pero yo sentí que me miraba, que me observaba más bien, y pensé : -Es lista, como su tío.
Recuerdo la pregunta que le hice al doctor: - Doctor, ¿Lo tiene todo?, ¿Está sana?, ( Esta pregunta ,me habían dicho, que era lo primero que se debía decir, y así cumplí con lo establecido) . eché de menos a su padre, con esto de que si es cesárea no dejan que entre nadie, se siente una tan sola que incluso acabas llorando en silencio, cosa que yo no hice. Lloré y reí de alegría.
Esa cosita que yo tanto deseaba acababa de nacer y era igualita a mi o más bien a mi madre, todo un honor, pues ella es guapa y parece ser que en su juventud hasta mi abuelo por parte de padre llevaba su foto en la cartera.

Ahí empezó todo. Mi preocupación por ella es cada día más grande. Todo va bien , por ahora, está sana, es inteligente, aprende con facilidad y sobretodo, nos adora.
A pesar de todo lo bien que está me preocupa . No es que sea una mala niña, pero tiene de todo. Intento no malcriarla, pero esto lo hacen solos, o al menos eso ha dicho siempre mi madre que de esto entiende un rato.
Supongo que la mayoría de los padres y madres tienen esta preocupación. ahora los niños y niñas lo tienen todo, por lo menos la mayoría. Si la niña quiere una nintendo. Ahí la tiene. Si no lo haces tú , va y alguna tía caldosa acaba regalándosela. Si por el contrario decide que quiere unos zapatos de tacón, la abuela coge el autobús y se va hasta la zapatería de la torre y se los compra. Si yo digo que el ordenador ni tocarlo hasta que no acabe los deberes, ella, se da prisa y los termina rauda y veloz.
Esta es mi preocupación, andamos un poco con excedentes de bienestar infantil. Eso, que espero no desaparezca, se merece un quebradero de cabeza y además , necesito pensar que este exceso de bienestar no le perjudique.
La nueva educación, ahora es compartida. Desde una amiga que te recoge a los hijos del cole, claro está , porque a ti se te ha hecho tarde, hasta la abuelita que te la lleva a pasear al parque mientras tú estas trabajando. Todo influye en su educación. Unos le intentan explicar que los papeles no se tiran al suelo, otros, sin querer le sueltan algún taco. Yo misma, me paso el día educándola: -Meritxell no hagas esto, Meritxell no hagas lo otro. Y mientras tanto los años van pasando.
Espero que ella sepa aprender lo bueno. Me gusta educarla en valores. Me gustaría que fuera una persona sencilla, amiga de sus amigos. Que aprendiera a hablar con educación a otras personas, que no despreciara a nadie por su posición social , económica etc... Del mismo modo, espero de ella un comportamiento crítico en la sociedad. Es muy importante para mí que no sea una mera pasajera de este gran tren de la vida. Espero que tenga criterio propio . Le deseo mucha felicidad, siempre sin que eso vaya en detrimento de la de otr@s.
No se si estoy pidiendo demasiado, pero es lo que verdaderamente espero.
Recuerdo, cuando era niña . Creía que siempre lo sería, y ahora ,que aún estoy para que me mimen mis antecesores, me toca educar a mí. Es bonito, pero se pasan tan rápido los años que no es una consciente de lo que hace . Deberíamos hacer una especie de cursillo que nos habilitara o diera la capacidad necesaria para estar a la altura.
En fin, lo haré lo mejor que pueda porque así me lo hicieron a mí y porque la quiero con toda mi alma.

Felicidades hija , te deseo lo mejor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues "enhorabuena" Encarna, esto que tú deseas, es lo que deseamos todos los padres con criterio.
Feliz cumpleaños a tu niña,que cumpla muchos más y nosotras que estemos por aquí para dar testimonio.
besos sinceros

Ana dijo...

Muchas gracias. Espero que haya muchas mas personas que opinen como nosotras. Un saludo

Anónimo dijo...

Pues sí, a veces -la mayoría- una desearía saber que está empleando con su hijo la palabra apropiada, la regañina apropiada, la caricia apropiada... pero nunca tendremos la seguridad de que sea así.
Sólo tenemos la certeza, como dices, de estar haciendo lo que creemos correcto, que ya es...
Sigue disfrutando de tu hija.

Anónimo dijo...

Encarna sientete orgullosa de la felicidad que,tienes con tu hija y felicidades, a ella por tener una madre que se preocupa de su bienestar.
un abrazo,de Ruiseñor