19 jul 2009

En el PP de Valencia, dicen que está por la familia. Sí, claro, pero solo la suya.


JOSÉ PARRILLA VALENCIA
La empresa adjudicataria de la contrata de jardines de la zona norte de Valencia ha impedido la incorporación al trabajo a una mujer embarazada de cinco meses después de haber firmado el contrato, haber pasado el reconocimiento médico y presentarse al tajo incluso con el uniforme de faena. La joven cree que se trata de una discriminación por su embarazo y se ha dirigido, a través de Comisiones Obreras, al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) para tratar de resolver el problema. También ha comunicado su caso a la alcaldesa de Valencia y a la Conselleria de Bienestar Social.

Barroso lamentó que tanto la Generalitat como el ayuntamiento tengan planes de igualdad y luego pasen estas cosas. Se pregunta, y le pregunta al conseller Juan Cotino, si tendría que haber dicho que quería abortar para que alguien le ayudara.

Para que alguien diga que está por la familia, hay que tener muy claro que hay muchas clases de familias. Las pudientes, las que tienen para vivir (osea por lo menos tienen trabajo para poder pagar la contribución) y las que no tienen casi nada.


En Valencia, todavía no saben que el embarazo no es un impedimento para poder desempeñar una tarea laboral. Y es que " donde hubo siempre queda".


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