Las familias sufragan las reparaciones ante el recorte de los presupuestos
El 9 de septiembre de 1998, un flamante Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y su entonces consejero de Educación, Francisco Camps, (hoy presidente) inauguraron el curso escolar en el remodelado colegio público Cervantes. Zaplana aprovechó tan mediática plataforma para abandonar el tono habitual de estos discursos de tinte pedagógico y arremetió contra sus adversarios políticos del PSPV, a los que responsabilizó de alimentar un debate "mezquino" sobre las carencias de la educación pública y les acusó de "mentir". Zaplana y Camps, ese día, tenían un as en la manga: el estreno oficial de una de las primeras aulas de Tecnología en un colegio público conectadas al (fallido) programa Infocole, desde la cual se llevó a cabo una videoconferencia con la comisión de Internet del Senado. "El aula de Informática tenía un teléfono para conectar y una dirección de correo electrónico, a los que nadie ha respondido nunca. Desde entonces, han sido los padres los que se encargan de la informática y de que esa sala funcione". Éste es el gráfico resumen que hace Enrique Díez, presidente del AMPA, de aquel despliegue oficial y posterior silencio administrativo, a la hora de mantener o reparar las instalaciones dañadas.
La privatización de la escuela pública emprendida por el PP en 1996, con la escalada sostenida de conciertos que ha logrado revertir el tradicional equilibrio entre la red pública (que representaba el 70%) y la privada-concertada (el 30% restante) en favor de esta última, ha dejado huella en los colegios públicos. Empiezan ya a parecerse a los concertados.
Así son las cosas en esta Comunidad. Así son las cosas donde "desgobierna" el PP.
1 comentario:
UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ME ABURROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!
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